La psicología forense, desde sus orígenes, tiene dos retos fundamentales:
• La elaboración de instrumentos de evaluación específicos para su campo que, por un lado, puedan sortear la manipulación de los peritados (ganancia secundaria derivada del informe forense); y por otro, midan aquellas cuestiones de interés psico-legal minimizando en lo posible el grado de inferencia del perito (subjetividad de los resultados)
• La consolidación de criterios técnicos basados en la evidencia científica para apoyar su toma de decisiones forenses.
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